sábado, 31 de diciembre de 2011

Día de Año Nuevo.

“Seguridad de la Gracia de Dios para todo el Año 2012”

Textos del Día:

El Antiguo Testamento: Números 6:22-27

La Epístola: Gálatas 3:23-29

El Evangelio: Mateo Lucas 2:21

Sermón

Introducción:

Permítanme compartir con vosotros un pequeño escrito de un comic llamado Mafalda (Escrito por Quino), que reflexiona sobre los deseos para el año nuevo.

Os deseo a todos un años de PAZ en el mundo…. Mmmm eso no va a andar….

Bueno… un año de PROSPERIDAD para todos!!!!...... Mmmmm eso tampoco va a andar.

Está bien… un año lleno de AMOR!!!!!!!!..... Ni locos, no va a andar…. ¿????????

Ya sé, les deseo un año de JUSTICIA Y EQUIDAD!!!! …… Me parece que tampoco….

Ahora si…. Les deseo un año de EXITOS PROFESIONALES y RECOMPENZAS POR SUS ESFUERZOS!!!!...... y cuando se vio que se recompense a alguien por sus esfuerzos????

Bueno, Les deseo un año en el que se CUMPLAN TODOS SUS DESEOS….. Pero a la mayoría pocas veces se nos cumplen los deseos!!!!

Pensando en los deseo que expresamos y recibimos en estas fechas, la pregunta que me surgió es ¿Qué cosas realmente podemos esperar para este 2012?

Expectativas para el año nuevo: En nuestro balance aparecerán muchas cosas negativas que debemos cambiar o que no queremos que se repitan, cosas que nos recuerdan nuestra humanidad. Sabemos que en nosotros no todo es bueno y digno de alabanza. Dios utiliza su Ley en nuestras conciencias para que sepamos lo que hay que hacer, para que sepamos de nuestros pecados. A la Ley no le importa quienes somos, qué hacemos o qué queremos ser. En el versículo 23 de la lectura a los Gálatas vemos que la Ley produce cautividad. Podemos hacernos la imagen de que la ley es como una celda. No importa como te llames, la edad que tengas, tu condición social, si eres hombre o mujer. No importa si has intentado hacer el bien o nunca has tratado de contener tus instintos básicos. No importa si has brindado tu ayuda o has ignorado la necesidad de los demás. Si estas bajo la Ley, estas encerrado en la celda de la Ley y no puedes salir por tus propios medios. No hay escapatoria, no hay salida. A la celda no le importa que haces o quien eres, a la Ley tampoco.

En el versículo 24 podemos ver otra imagen de lo que es la Ley. Se nos dice que ella es un “ayo”, era la persona encargada de cuidar y acompañar a los hijos del amo. En griego la palabra designa a al esclavo que acompañaba al hijo de su amo a la escuela, su trabajo era que llegara a tiempo al destino. El esclavo se aseguraba que el niño no se distraiga o se pierda en el camino. Aquí vemos que el tutor tenía órdenes estrictas de su amo y ni siquiera su pequeño hijo podía modificarlas.

Así mismo la Ley recibe su autoridad y poder de Dios y no de nosotros. Nos engañamos al creer que podemos cambiar la Ley y ajustarla a nuestros deseos.

Así que la Ley es como una prisión o como un tutor que nos conduce. No importa quién eres, qué haces o lo que en el 2012 pretendes cambiar. Ante la Ley solo eres un prisionero, al que se le dice qué hacer y qué no hacer. Pero ella no se detiene allí. Ella te promete la vida eterna y salvación pero a costa de un cumplimiento perfecto de los mandamientos, pero en caso de incumplir un solo punto, lo que espera es la muerte y condenación. No importa si eres esclavo o libre, hombre o mujer, judío o griego. Desobedece aunque sea el más pequeño de los mandamientos y te harás culpable de toda la ley.

Esto nos pone en un conflicto, porque es bueno hacer las cosas bien y esforzarse por conseguir nuevos objetivos. Es bueno dedicarle tiempo de calidad a nuestro matrimonio, a nuestros hijos, ya que así tendremos un vínculo más fuerte y estable con ellos. Mejorar nuestras relaciones nos ayudará a tener un marco de contención más solido y estable. Si dedicamos cuidado a nuestra salud, sin duda seremos más saludables.

Está bien intentar cambiar algunas cosas, tener metas y planes para este año. Esto puede incluir la visita a lugares determinados, hacer cosas específicas, cambios en la casa o del coche. También podemos pensar en las cosas que no queremos hacer o los lugares que no queremos visitar. Por ejemplo no creo que deseemos estar internados en un hospital, en la cárcel o involucrados en un accidente de coches. Tampoco nos gustaría que nuestras relaciones familiares se vuelvan una ruina. Sabemos que nada está garantizado, que a menudo suceden accidentes, enfermedades inesperadas, desastres naturales que escapan a nuestro control.

Certeza para el año 2012. Creo que como cristianos, para el año 2012, necesitamos recordar que espiritualmente no dependemos del cumplimiento de las promesas de cambios. La Ley de Dios es Santa y buena, pero trata muy mal a los pecadores. Ella estrictamente dicta quien ha cumplido a la perfección y quien no lo ha hecho. No debemos vivir el 2012 bajo la Ley, porque ella mata.

Para que el año 2012 sea un gran año tenemos que vivir bajo la Gracia de Dios.

¿Qué es vivir bajo la gracia? Dios nos llama a vivir más allá del cumplimiento o no de las promesas que hicimos. Para nosotros lo que es de suma importancia está revelado en la lectura del Evangelio de hoy. A los 8 días de haber nacido, el Hijo de Dios fue llamado Jesús y fue circuncidado. Por lo tanto en este año también dejaremos de lado nuestras obras y celebraremos la obra de Dios.

La circuncisión y poner un nombre a los niños, van de la mano. La ley decía que el niño debía de ser circuncidado al octavo día. Este ritual indicaba que formaba parte del pueblo de Dios. Si los padres no lo hacían, el niño quedaba fuera del pacto y del pueblo escogido. Lo cual implicaba que no era reconocido por el pueblo ni por Dios mismo. Si el niño no estaba circuncidado, no tenía nombre, era un don nadie, estaba perdido a los ojos de Dios. Pero cuando era circuncidado, pasaba a ser alguien, se le otorgaba un nombre, pasaba a ser amado y heredero de Dios.

Jesús es llevado al templo para cumplir con esa Ley. Él no lo hace por su propio bien, ya que es el Hijo amado de Dios. Él es el unigénito del Padre, Dios desde la eternidad, verdadero Dios y ahora verdadero hombre. Entonces ¿Porqué cumple con este rito? Por la misma razón que nació en un establo. Él lo hace porque la Ley lo exigía y Jesús vino a cumplir la Ley en su totalidad. Vino a someterse a la Ley y cumplir con cada uno de sus preceptos. Pero hay otra razón que complementa esto. Tú eres esa otra razón. Jesús guarda la ley para morir en tu lugar, para derramar su sangre como paga por tus pecados. Él cumple con la Ley porque en la cruz toma tu lugar y carga con tus pecados. Allí se produce un gran intercambio, que tiene que ser EL motivo de alegría en este 2012. En la cruz Jesús carga con nuestros pecados y paga con su vida por ellos, pero a la vez nos transfiere su santidad. Esto implica que por medio de Jesús tenemos acceso al Padre junto con todas sus promesas. A los ocho días de haber nacido, Jesús comienza a derramar su sangre para perdonarnos todos nuestros pecados.

La circuncisión física ya no es un requisito de Dios para ser parte del pueblo de Dios. En Colosenses 2:11 y siguientes se nos habla de la nueva circuncisión que Dios ha establecido, que es el Santo Bautismo. Fuera del perdón logrado por Cristo somos un don nadie, seguimos estando en un mundo de oscuridad, tinieblas y muerte espiritual. Sin embargo en el Bautismo ocurre un milagro que escapa a nuestros ojos. Allí Dios te incorpora a su familia poniéndote un nombre bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, incorpora tu nombre al libro de la vida. Lo hace porque allí te recubre de Cristo. A partir de allí Cristo es tu justicia, Cristo vive tu vida en perfecta obediencia a la Ley. A partir de allí Dios solo ve en ti a Cristo. Ya no ve tus pecados, solo su muerte en la Cruz. También ve en ti la resurrección de Jesús, por lo cual cuando te mira ve a una persona que está muerta al pecado pero viva en Cristo Jesús. La vida eterna es tuya porque en ti ve a Cristo.

La Ley nos dice que no importa quienes seamos, de dónde procedamos o qué hagamos, porque bajo su dominio estamos muertos y esclavizados. A partir de nuestro bautismo, el Evangelio de Dios nos dice que no importa quien eres, solo que Jesús murió por ti y que por su sangre derramada en la cruz no estas excluido de la gracia. Esto te hace parte de la familia de Dios y Él cuida de ti como un padre amoroso cuida de su hijo. Dios te conoce por tu nombre, ya que ese nombre te fue otorgado en tu Bautismo. Es por esto que durante el 2012 puedes vivir seguro bajo el amparo de tu buen Dios, porque te ha dado su gracia y lo seguirá haciendo.

En resumen. Ponte metas para este nuevo año, intenta cumplirlas. Pero que la mayor de tus metas sea vivir y disfrutar bajo la gracia de Dios. Oír la predicación de su Palabra y participar de la Santa Cena te ayudará a esto. Su cuerpo y sangre dado y derramado por ti, te mantendrán en esa gracia. Jesús murió y resucitó por ti para que así sea. Para que vivas como alguien que ha sido liberado del pecado y sirvas a Dios con todo tu ser, como mejor puedas. Vivimos guiados por la Ley de Dios, pero no por medio de ella sino por su Gracia.

Sean cuales sean tus objetivos para este 2012, sean cuales sean tus intenciones y todo lo que suceda en los siguientes doce meses, puedes estar confiado que tu vida y tu salvación están seguras en Cristo. Ese niño que fue circuncidado al octavo día, te ha hecho hijo de Dios y te ha perdonado todos tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pastor Gustavo Lavia

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