domingo, 13 de abril de 2008

4º Domingo después de Resurrección.

Escudriñad las Escrituras... ellas son las que dan testimonio de mí Juan 5:39a La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios Ro. 10:17

Estamos en el de tiempo de Pascua de resurrección, que se extiende hasta Pentecostés. La palabra hebrea Pascha tiene el significado de Pasar (por alto o de largo), y rememora la preservación de la vida de los primogénitos judíos en la décima plaga en Egipto Aquí la iglesia cristiana medita sobre la implicancia de la muerte y resurrección de Cristo en la vida de los seres humanos que creen en Él. Se conmemora que Cristo liberó al mundo de la esclavitud del pecado y de la muerte. Esta fiesta se celebra hasta el domingo de Pentecostés.

13-04-2008

4º domingo después de Resurrección

“Jesús, la puerta del redil”

Textos del Día:

Primera Lección: Hechos 6:1-9; 7:2, 51-60

Segunda Lección: 1 Pedro 2:19-25

El Evangelio: Juan 10:1-10

1De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Jesús, el buen pastor
7Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Sermón

Los fariseos, líderes espirituales del pueblo judío, habían expulsado de la sinagoga al ciego que había sido sanado por Jesús por proclamarlo abiertamente. Este relato es el que precede a nuestra parábola y es el motivo de ser a las palabras de Nuestro Señor. Jesús acusa a los líderes espirituales y estos reaccionan diciendo: ¿Acaso nosotros también somos ciegos? Jesús les respondió: Si fueras ciegos no tendrías pecado, pero ahora, porque decís: “vemos”, vuestro pecado permanece.
Jesús señala como pecaminosa la actitud de los líderes espirituales de Israel, ya que son unos engreídos atrapados en su orgullo y codicia. La parábola de hoy contiene una gran denuncia que deberíamos tomar muy en serio y va dirigida a los que son o pretenden ser líderes espirituales y estar a cargo de un rebaño del Señor. Pero no es sólo para ellos ésta advertencia, pues a las ovejas, a las congregaciones, a los cristianos, también les debe interesar saber lo que dice Jesús respecto a sus líderes, ya que ellos son los que nos dan el alimento espiritual y por lo tanto sus vidas espirituales, su nutrición, la calidad de lo que coman está en juego y en sus manos.
Con ésta parábola el Señor quiere, por un lado, ponernos alertas y, por el otro, hacernos descansar tranquilos en su Palabra. Esta es una acusación grave a los líderes espirituales, y un llamado de atención y alerta a las ovejas.

Definiciones:

Necesitamos dejar claro cuales son las partes de esta parábola y su enseñanza.

Entrar por la puerta:

Es lo correcto, lo normal, lo natural. Es como debe ser. Para eso están las puertas. Pero Jesús es consciente de que debido a nuestra naturaleza corrupta, rebelde y enemiga del orden de Dios, muchos darán rienda suelta a sus ambiciones y querrán entrar al redil, pero por otro lado. Querrán saltarse la valla, no querrán entrar por la puerta.
¿Por qué no entran por la puerta? Pues porque no están autorizados por Jesús. No t ya que su objetivo es muy distinto al del “Buen Pastor” y sólo son guiados por sus ambiciones personales y sed de hacerse con las ovejas.

La puerta:

Jesús se autodefine como la puerta de acceso al rebaño de las ovejas. No hay otro lugar, sin entrar en la oscura clandestinidad, por dónde entrar al redil y estar en contacto con las ovejas. Al oficio pastoral, es decir al cuidado de las ovejas del Señor, se entra por medio de Jesucristo, “El Buen Pastor”. Las ovejas son las que reconocen la voz del Pastor y le siguen

Redil de las ovejas:

Todos los cristianos, aquellos a quienes Dios les ha dado la fe y engendrado de nuevo por el Bautismo, son y pueden considerarse ovejas del Señor y parte de su redil. Hay muchas ovejas débiles, enfermas, o perdidas, por falta de una buena alimentación, o desorientación.

Reconocen la voz:

Las ovejas reconocen la voz del pastor verdadero. La reconocen porque en él reconocen la voz de Jesucristo, “el Buen Pastor” y puerta de acceso al redil. Estos son los pastores que tienen un llamado personal de Jesucristo para esta tarea, que son apto e idóneos para cuidar de las ovejas y para ello se preparan, y que todo ello se confirma con el llamado legítimo y la aprobación en confianza que dan las ovejas reconociéndolo y siguiéndolo como pastor. Sin el llamado y reconocimiento congregacional, nadie puede autoproclamarse pastor.
Quienes oyen la voz de un ladrón y le siguen, dejan de ser parte del redil para deambular de la mano de un estafador desprotegidas y por campos secos. Han sido presa del engaño del ladrón.

Los pastores:

Estos están autorizados a entrar al redil. Se les reconoce su autoridad. Están habilitados para pastorear a las ovejas. El portero los deja pasar.
Ellos llevan a las ovejas a los mejores pastos de la Palabra de Dios, las cuidan y velan por ellas. Entran por la puerta de Jesucristo, pues en verdad en su tarea emulan al Buen Pastor, al Gran pastor de las ovejas, quien dio su vida por ellas. Trabajan al servicio del Buen Pastor y son los instrumentos del Señor para llevar a las ovejas a “verde pastos” y a “aguas de reposo”. Esto es: anunciar el puro e irremplazable Evangelio de perdón en Jesucristo. Alimentar a las ovejas y guiarlas hasta la Palabra y los Sacramentos es la noble tarea. Si alguno que se llama y pastor lleva a las ovejas a pastorear a cualquier otro lugar distinto a éste, desconfía de él.

Los ladrones:

Quién no lo hace así, decentemente y en orden, por el camino natural y normal es un salteador y ladrón. Tiene que hacer las cosas a escondidas, saltarse la norma, evitar el camino, esquivar la puerta.
Los ladrones evitan a Jesús. Quieren llagar a las ovejas para robarlas y para ello no pasan por la puerta de Jesucristo, sino que suben por otra parte. El objetivo del ladrón es: Robar, matar y destruir.
Así como el pastor emula a Jesucristo y busca el bien de las ovejas del Señor, el ladrón está bajo el dominio del diablo que lo único que busca es destruir la obra de Dios.
Hay muchos dando vuelta hoy por el mundo que se autoproclaman pastores o líderes, esquivando la puerta de Jesucristo y engañando a las almas despistadas. Cristo nos pone alerta sobre esto.

Cuando nos pastorean las doctrinas sociales:

Esto es algo que tenemos que tener en cuenta. Cuando nos alimentamos y refugiamos en el “estos son otros tiempos” y dejamos el puro alimento de la Palabra y nos dejamos seducir por alimentos más atractivos, pero que al fin y al cabo son chatarra. El “Fast food spiritual”, esta comida rápida puesta tan de moda en nuestros tiempos acelerados, no contribuyen a una buena alimentación y nutrición. Esto lo dicen los médicos. Puede que nadie se muera por comer esto, pero está claro que se puede debilitar su salud con el habitual consumo. También encontramos mucho “Biblia Ligth”, La palabra de Dios ligerita, aquella que nos promete no traernos problemas y para ello quita algunas sustancias.
A las ovejas del Señor se nos ofrece comida rápida, como una forma práctica de invertir más funcionalmente nuestro tiempo y vida.
Se pierden así comidas que le Señor estableció para nuestro provecho y beneficio. Hoy se nos predica desde todos los sectores de la sociedad. Se nos dice como vivir y se nos sugieren caminos alternativos a la Palabra de Dios como lo bueno, lo liberador, lo real, lo “guay”. Estimada oveja: ¡estate atenta! ¡No te dejes embaucar!
Cuando los pastores ladrones pretenden nuestras almas.
Señores: Hay salteadores y ladrones.
El saber que hay salteadores al asecho nos hace perder la relajación. Nos puede producir inseguridad, miedo, desconfianza e incluso encerrarnos en nosotros mismos.
Pero esto no debe ser así. Nosotros debemos aferrarnos a las seguridades que nos da Cristo:

1. Somos ovejas del Señor por la fe que nos ha dado, selladas por el Espíritu Santo en el Bautismo.

2. Jesús es la puerta y estamos seguras en el redil.

3. Cuando los ladrones saltan por otro lado, nosotros sabemos identificar la voz de estos asesinos, ya que en la Palabra del Señor meditamos.

4. El Señor en todo tiempo envía pastores aptos y aprobados para nuestro cuidado.

Esta parábola una clara acusación a los falsos pastores, profetas, líderes, evangelistas, catequistas y a todos los que enseñan y pretenden ejercer autoridad respecto al rebaño. Las ovejas debemos estar alertas, pero seguras en los medios que Cristo nos dio para identificar su voz y así no ir con el Ladrón: Palabra y Sacramento.
Reconociendo a los ladrones
¿Reconoces tú a un ladrón o un salteador? ¿Puedes identificarlos a tu alrededor?
Últimamente hay muchos “profesionales” del pastorado que intentan entrar en el corral de las ovejas saltando el muro.
Estos andan de corral en corral buscando las mejores ofertas de ovejas. Están dispuestos a cambiar de criterio en cuanto al alimento (doctrina) que esas ovejas reciben con tal de poder estar ahí. No les importa realmente demasiado la dieta alimentaria de las ovejas del Señor. O peor aún, hay otros que entran con buenas apariencias pero lo que realmente buscan es cambiarle el nutritivo alimento del Evangelio puro, por cosas diluidas, rebajadas. El objetivo final de todos estos ladrones siempre es el mismo: apoderarse del rebaño.
También están los pastores descuidados, que no velan adecuadamente por las ovejas a su cuidado. A estos se los identifica como asalariados, pues son pastores reconocidos pero no cumplen con su vocación.
Muchas ovejas débiles o desorientadas caen en manos de ladrones, engañadores que cambian la doctrina de Dios por sus propias ideas del evangelio.
Mira a tu alrededor. Tantas iglesias. Tantas doctrinas distintas. Tanto desconcierto. Tanta confusión. El rebaño disperso. Andan como oveja sin pastor. El Señor se compadece de esta situación. Y es por ello que nos da ésta parábola, a fin de que busquemos en él y solo en él la seguridad, la paz, la tranquilidad y el alimento que fortalece nuestro espíritu. Él siempre pone Pastores eficientes para el cuidado de sus ovejas. Óyelos y síguelos. No te vayas con los ladrones.
La voz, reconocida por la oveja.
Las ovejas deben conocer la Palabra del Señor. Esto es fundamental para sus vidas. De ello depende su vida, ya que es la única forma de no confundirse y oír a los estafadores.
Cristo es la puerta de entrada al redil
Ni la elocuencia, ni la persuasión, ni la euforia, ni los inagotables títulos teológicos, ni el ingenio, ni la tradición, ni la innovación, ni nada de eso puede ser la puerta de entrada al redil.
Tu vida de fe es de inestimable valor y Cristo y solo Cristo es la puerta. Él ocupa ese lugar para velar y cuidar de ti. Muchos son los que están a tu asecho, con los dientes afilados para pegarte un bocado
Muchos intentarán entrar por otras puertas o saltar directamente las vallas. Interminables teorías seudo cristianas se presentan con el objetivo malsano de sabotear el rebaño de Cristo y robarle almas. Racionalismo, Humanismo. De todo ello necesitamos no comer.
Muchos son los que bajo el nombre de cristianos pastorean a las ovejas en hierbas perjudiciales. Pastores que llevan a las ovejas a comer emotividad, que sólo dura lo que dura, y al rato tienen que buscar otra dosis.
Pero tú recuerda: 9Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Hay pastos buenos para hallar. Jesús es la puerta a ellos. En él y sólo en él hay salvación.
Ve de la mano de tu pastor a alimentarte del Perdón de Cristo y a fortalecer y enriquecer tu vida con la Palabra y los Sacramentos.
Amén
Pastor Walter Daniel Ralli

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